Las pruebas
Debido al creciente interés en los eventos de la noche del viernes he decidido realizar un resumen subjetivo y totalmente parcial del abundante material gráfico al que he tenido acceso.
La noche se presento tranquila con todos preparados para darlo tutto y bastante serenos. Por ejemplo, en la siguiente imagen nada hace presagiar el desenlace y se puede ver a Jon M. en plan pose. La Coca-Cola es para tener una foto que enseñar a las amatxus...
Como toda buena cena la gente fue tomando asiento todavía sin colores sonrojados en las mejillas...
... Y se rezó antes de empezar a comer.
Sin embargo, pronto empezó el desmadré: El vino rodaba por la mesa sin parar y los brindis sin excusa (o con las peores excusas posibles) se sucedían sin cesar.
Pronto empezaron las escenas lamentables. Desde risas compulsivas de Rodrigo acompañadas al fondo por mini-Rodrigo (aka Koldo) ...
... Pasando por sorprendentes conversiones, como la de un alavés de pura cepa educado en un colegio de curas con mi pañuelo palestino completamente demacrado "por el cansancio"...
... Y acabando con imagenes tan felitxus como la siguiente (no se me ocurre nada más que decir, se admiten sugerencias).
Después de la cena la noche se alargó entre diversos antros de Bilbo como el Da Vinci, Antzoki, ... Muchos acabamos a las mil por diversos motivos y el material gráfico es abundante y comprometedor. Desgraciadamente es una tarea imposible subirlas al blog. Pero lo que ha quedado claro con este resumen es que estas cenas se deben seguir realizando una vez al año a lo sumo para evitar una bajada de productividad en el laboratorio de telemática.
Como muestra final dos fotos muy elocuentes (una de ellas de servidor) que muestran gráficamente los efectos nocivos de estas cenas.
La noche se presento tranquila con todos preparados para darlo tutto y bastante serenos. Por ejemplo, en la siguiente imagen nada hace presagiar el desenlace y se puede ver a Jon M. en plan pose. La Coca-Cola es para tener una foto que enseñar a las amatxus...
Como toda buena cena la gente fue tomando asiento todavía sin colores sonrojados en las mejillas...
... Y se rezó antes de empezar a comer.
Sin embargo, pronto empezó el desmadré: El vino rodaba por la mesa sin parar y los brindis sin excusa (o con las peores excusas posibles) se sucedían sin cesar.
Pronto empezaron las escenas lamentables. Desde risas compulsivas de Rodrigo acompañadas al fondo por mini-Rodrigo (aka Koldo) ...
... Pasando por sorprendentes conversiones, como la de un alavés de pura cepa educado en un colegio de curas con mi pañuelo palestino completamente demacrado "por el cansancio"...
... Y acabando con imagenes tan felitxus como la siguiente (no se me ocurre nada más que decir, se admiten sugerencias).
Después de la cena la noche se alargó entre diversos antros de Bilbo como el Da Vinci, Antzoki, ... Muchos acabamos a las mil por diversos motivos y el material gráfico es abundante y comprometedor. Desgraciadamente es una tarea imposible subirlas al blog. Pero lo que ha quedado claro con este resumen es que estas cenas se deben seguir realizando una vez al año a lo sumo para evitar una bajada de productividad en el laboratorio de telemática.
Como muestra final dos fotos muy elocuentes (una de ellas de servidor) que muestran gráficamente los efectos nocivos de estas cenas.
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