En mi vida había pensado que el trabajo de profesor fuera tan arduo y monótono. Si alguien, en algún momento, había llegado a pensar en el romanticismo de dar clases y generar conocimiento e interés, sólo es necesario que llegue a la fase de corrección de examenes para romper ese sueño en mil pedazos.
Horas y horas y horas monótonas
malgastadas en corregir los examenes. En la corrección del examen de "Redes y Servicios II" habré
malgastado tantas horas como la media de las horas metidas por mis alumnos los dias anteriores al examen para aprobar la asignatura. Son las horas muertas de la docencia. Más de 3 días viendo como la puñetera pregunta 1 se repite más de 100 veces y como es contestada (esas 100 veces) en el mejor de los casos de forma monótona, repitiendo textualmente los apuntes y en el peor de los casos con ideas vagas que parecen mas bien los recuerdos borrosos un domingo de resaca de la fiesta del día anterior. Pero es que al acabar la pregunta 1 llega la pregunta 2 y después la 3 ... Una secuencia que parece no terminar nunca.
Y en realidad no termina. Después, de las notas vendrán las reclamaciones. Donde lo de menos es lo que sabes de la asignatura y parece que lo más importante son los problemas familiares, laborales, psicológicos, ... del evaluado. Ya se sabe "quien no llora, no mama". Pero yo me niego a esto. Yo he sido estudiante hace muy poco y he tenido el suficiente orgullo y sobre todo autocritica para despues de suspender no mendigar un 5.0 que no merecía. Pero bueno, cada uno es como es, pero estar en 5º de carrera así, me parece bastante lamentable.
En fin será que estoy quemado de corregir los examenes y me temo lo que me espera los próximos días en las reclamaciones. Tal vez este post sea el bajoncillo propio de las altas horas de la noche y lo acabe borrando mañana, pero en fin, ¡Que pena de universidad! Menos mal que siempre me quedarán las metidas de pata en los exámenes para alegrarme, mas bien reirme, de la universidad...