jueves, octubre 20, 2005

La Barra Vacía

Este miércoles falleció Eduardo Haro Tecglen. Todavía me acuerdo cuando tenía las tardes libres hace un par de años y escuchaba la radio a la tarde mientras estudiaba. Solía escuchar la Cadena SER y durante La Ventana de Gemma Nierga despúes de las noticias Tecglen tenía su momento de gloría personal. No eran más que cinco minutos en los que comentaba alguna cuestión de la actualidad, era La Barra Libre para Eduardo Haro Tecglen.

En este espacio solía realizar una lectura irónica de la actualidad, tanto política y social, siempre desde un punto de vista radical de izquierdas y solidario. Cuando lo descubrí me chocó, estaba acostumbrado a las ideas liberales, a que los partidos de izquierdas no se diferencien del resto, a políticos estadistas que cambian sus propuestas en función del porcentaje de votos, ...

A parte, aunque lo desconcía, escribía una columna de opinión en el diario El País. También, dicen que durante su juventud fue falangista y escribía en periódicos pro-franquista aunque el argumentaba que le obligaron. Pero desde la caída del franquismo se le consideraba un pensador e incluso creador de opinión dentro de la izquierda del estado español.

Pero yo sólo lo conocía de sus cinco minutos en la radio. Para mi era la persona que me atrapaba durante un instante y me revolvía la conciencia. Le admiraba porque tras su voz de persona mayor anciana había una lucidez que ya quisieran para sí políticos, ingenieros,... , tenía una preocupación social de la que la juventud hoy en día carece y una vitalidad que me vendría bien a mí. Pertenecía al pérfil de gente que vivió en la republica y la defendió, a la que yo siempre he admirado por su integridad y en muchos casos nivel intelectual, entre ellos políticos como Azaña o Santigo Carrillo (que todo sea dicho últimamente no para de recibir, a sus 90 años, ataques de fascistas que lo quieren apalear llamándole genocida). Ancianos ya (los que sobreviven) de la segunda republica que con su desaparición poco a poco va muriendo la conciencia de la izquierda que todavía resiste al liberalismo.

Afortunadamente la era digital tiene sus ventajas y aunque Tecglen haya desaparecido se pueden leer todos sus artículos en su página personal. Hay algunos que despiertan conciencias.